Lucas fue encontrado cuando se intentaba rescatar una galga en Córdoba, apareciendo junto a ella en la jaula trampa. Se le encontró una casa de acogida y al llevarlo al veterinario dió positivo en Leishmania. Desde entonces siguió el tratamiento que consideraron y consiguió negativizar la emfermedad, pero más tarde le diagnosticaron hepatitis crónica debido a que en su pasado ya la había padecido y no se le trató al estar abandonado, además esa hepatitis es degenerativa, por lo que va a peor. Actualmente, Lucas esta tomando pienso hepático y a la espera de acabar con un tratamiento para ya poder ser adoptado por su familia que lo tiene desde entonces en acogida. Lucas es muy cariñoso, juguetón y se lleva bien con muchos animales. Actualmente no le falta amor en su hogar y la vida por fin le sonríe. Esperemos que dure muchos años más gracias a nuestra y vuestra ayuda, ya que su enfermedad es de por vida y nunca lo dejaremos sólo.