Rumba se encontró merodeando por carreteras de Altea nada más comenzar el confinamiento por el Coronavirus. Una protectora de allí se hizo cargo, pero no tienen casa de acogida y nos la cedieron porque disponíamos de una. 

Es muy confiada, tranquila, divertida, buena en casa y paseando, se lleva bien con personas y otros perros, aunque no es apta con gatos.

¡Pon un galgo en tu vida!

Adoptada!❤️